Historia del coche eléctrico - Pasado, presente, futuro
Descubrimos la evolución a lo largo del tiempo y algunas curiosidades que no todos saben
Hoy en día el coche eléctrico es cada vez más una realidad, ¿pero cómo ha evolucionado con el tiempo? ¿Y cómo encajan los vehículos eléctricos Alkè? Varios factores han acelerado el desarrollo de estos vehículos, entre ellos sin duda las baterías de litio.
Algunas curiosidades sobre el coche eléctrico:
- El coche de batería fue uno de los primeros ejemplares de coches creados
- A principios del siglo XX, los coches eléctricos se vendían más que los de gasolina
- Hasta la fecha, los principales fabricantes tienen vehículos eléctricos en sus listas
- Alkè fabrica vehículos eléctricos desde hace más de veinte años
Coche eléctrico: pasado, presente y futuro
Hoy en día se habla mucho de motores eléctricos y movilidad sostenible, parece que es historia muy reciente pero en realidad el coche de baterías fue uno de los primeros coches que se crearon. Entre 1832 y 1839 se realizó el primer carruaje eléctrico y en 1835 se inventó el primer automóvil eléctrico. Durante un tiempo, a principios del siglo XX, los coches eléctricos se vendían más que los de gasolina , y a lo largo del siglo XIX el coche eléctrico parecía ser la solución obvia para el futuro del automóvil. A principios del siglo XX, la lucha entre lo eléctrico y lo endotérmico se hizo encarnizada: rendimientos y autonomía premiaban al motor de combustión interna, pero lo eléctrico garantizaba más sencillez y, sobre todo, una gestión más “limpia”. Con el tiempo, sin embargo, debido a la limitada autonomía (en aquel momento alcanzaba poco más de 30 km), la difusión de los eléctricos se estancó, y la tecnología nunca llegó a desarrollarse adecuadamente. Los estudios sobre vehículos eléctricos se reanudaron en los años 90, dando lugar a vehículos de rendimientos y autonomía elevadas. Hasta la fecha los principales fabricantes tienen al menos un vehículo eléctrico en su lista.
La evolución de los coches eléctricos Alkè
Alkè fabrica vehículos eléctricos desde hace más de veinte años. La historia de Alkè como fabricante de vehículos eléctricos comenzó en el 2000 con la serie AT100E. En noviembre de 2004, Alkè presentó la serie ATX, una evolución de su predecesora, con una estética y unos rendimientos mejorados. En 2010 se presentó la nueva gama de vehículos XT, con un diseño futurista y soluciones técnicas de vanguardia, en la que se potencia el componente electrónico. Desde 2011 Alkè decide invertir exclusivamente en lo eléctrico, concentrándose en la investigación y el desarrollo de soluciones para las necesidades de quienes exigen rendimiento y respuestas de vanguardia a la movilidad sostenible. En 2013 se presentó la nueva gama de vehículos ATX con homologación europea para circulación por carreteras (categoría N1). En 2018 aparece en el mercado la gama ATX3, con un diseño totalmente renovado y rendimientos superiores a la gama anterior. Desde el punto de vista tecnológico, los ATX3 pueden equiparse con un body computer que conecta todos los dispositivos del vehículo a la plataforma en la nube Alkè para una supervisión en tiempo real de las actividades a bordo y permite el diagnóstico remoto, también en tiempo real, en caso de anomalías.
Coches eléctricos Cloud Connected
La evolución tecnológica de los vehículos eléctricos Alkè no deja de progresar. En la actualidad, todos los vehículos Alkè pueden equiparse con Vehicle Body Computer. Este sistema proporciona en tiempo real los principales datos de funcionamiento del vehículo. A través de la plataforma Alkè Cloud Connected, desarrollada específicamente para los vehículos Alkè, es posible tener una visión de 360° de los vehículos, incluso en tiempo real. Esta herramienta, a través de varios informes disponibles, permite realizar toda una serie de análisis. De esta manera es posible optimizar las operaciones cotidianas y reducir los costos.
Una evolución continua: coches eléctricos de hidrógeno
Además de la propulsión totalmente eléctrica, Alkè está trabajando en otros tipos de propulsión. En concreto, hablamos de vehículos eléctricos de hidrógeno, es decir, vehículos eléctricos con un extensor de alcance de hidrógeno que permite aumentar la autonomía. Se trata de vehículos híbridos en los que se utiliza una celda de combustible de hidrógeno para generar electricidad que alimente el motor eléctrico y aumente la autonomía. Esta tecnología ofrece, sin dudas, numerosas ventajas, incluida una mayor autonomía, tiempos más breves de recarga y cero emisiones. Las aplicaciones de los vehículos eléctricos con extensor de autonomía de hidrógeno pueden ser diversas, como por ejemplo: trayectos que requieran largas distancias; transporte de mercancías de media y larga distancia; actividades de servicio para municipios, como el mantenimiento diario de carreteras, la gestión de residuos; uso fuera de carretera o para usos especiales, como en zonas lejanas.
Coche eléctrico con conducción autónoma UGV
La continua actividad de investigación y desarrollo de la empresa está empujada desde el deseo de proporcionar a sus clientes soluciones avanzadas en campo de la movilidad eléctrica. Por eso Alkè también está experimentando con vehículos con conducción autónoma. Los ámbitos de uso son numerosos, por ejemplo, la logística de conducción autónoma, la logística intermodal optimizada o la logística integrada con redes inteligentes, pero también en situaciones de alto riesgo, como catástrofes naturales o situaciones peligrosas. Los vehículos con conducción autónoma en la versión antideflagrante ATEX, también se utilizan en ambientes con riesgo de explosión y en los túneles. Otro ámbito de aplicación es el reparto de comidas, por ejemplo en hospitales.
