Vehículos Eléctricos de baja velocidad LSV
Ventajas de los vehículos eléctricos de baja velocidad:
- Máxima eficiencia del motor eléctrico
- Acceso gratuito a muchos ZTL
- Sin emisiones de CO2
- Libre de ruido: se puede conducir de noche sin molestar
- Posibilidad de utilizar paneles fotovoltaicos para aumentar la autonomía
- Recuperación de energía de frenado
Vehículos eléctricos de baja velocidad - Ideal para entornos urbanos
Un vehículo eléctrico de baja velocidad es un vehículo con una velocidad máxima de aproximadamente 40 km/h. Esta característica, que a primera vista puede parecer una limitación, es en realidad su principal ventaja. Para comprender completamente el motivo de esta afirmación, primero es necesario comprender la diferencia sustancial entre un vehículo eléctrico de alta velocidad y un vehículo eléctrico de baja velocidad, que no es tanto la velocidad de movimiento como el uso previsto. Un vehículo eléctrico de alta velocidad está diseñado principalmente para viajar entre ciudades distantes y, en el caso de un vehículo totalmente eléctrico, requiere estaciones de carga en el camino. Los vehículos eléctricos de baja velocidad, por su parte, son el medio de transporte ideal en zonas urbanas y para desplazamientos de corto alcance (correos, entregas a domicilio, desplazamientos a domicilio, transporte desde centros de clasificación a empresas del centro histórico, etc. De hecho, en un contexto urbano donde un vehículo con motor de combustión interna alcanza un consumo máximo, el Vehículo Eléctrico de Baja Velocidad garantiza un alto ahorro energético gracias a la optimización de los flujos de energía a través de la frenada regenerativa. Este sistema es extremadamente efectivo precisamente en viajes que requieren paradas y arranques frecuentes. Para los desplazamientos urbanos, donde la velocidad permitida es baja, los vehículos eléctricos alcanzan así su máximo rendimiento.
Las principales ventajas de un vehículo de baja velocidad
En un contexto urbano donde un vehículo con motor de combustión interna alcanza el pico de consumo, el vehículo eléctrico de baja velocidad garantiza un alto ahorro energético gracias a la optimización de los flujos de energía mediante la regeneración en frenada. Ideal para trayectos con frecuentes paradas y arranques, como semáforos y tráfico urbano. Otras ventajas son las dimensiones compactas, que le permiten conducir incluso en las calles más estrechas y facilitar el estacionamiento: tanto al buscar como al maniobrar. Gracias a sus emisiones acústicas ya la ausencia de descargas de gases, también pueden circular libremente sin restricciones de zona ni de horario. Pero pensar en un uso exclusivo en carretera sería decididamente limitante, de hecho, la aplicación más amplia de los vehículos eléctricos de baja velocidad se encuentra en la logística industrial, el turismo y los campos de golf. De hecho, en la industria se requieren velocidades bajas para la seguridad de los operadores, así como en lugares turísticos donde se utilizan, por ejemplo, para el movimiento de personas y equipaje o para visitas guiadas. Alkè, gracias al conocimiento adquirido durante años de experiencia, trabaja día a día para mejorar las prestaciones de los vehículos eléctricos de su catálogo, empezando por los de baja velocidad. El objetivo es satisfacer las necesidades de cada cliente para garantizar el máximo confort combinado con lo mejor de la innovación tecnológica en términos de eficiencia y calidad. Todos los vehículos eléctricos se pueden personalizar según las necesidades y el uso y se pueden completar con varias características de confort.